viernes, 23 de octubre de 2009

Kore








Kore 








domingo, 18 de octubre de 2009

tres artistas del montaje



Peter Greewaway [Rembrandt's J'Accuse, 2008]





Fred Wilson [Untitled, 2005]




Henrik Olesen [Information is content. Content is Fiction. Content is Messy. 2006]





Relacionados:

Sobre Didi-Huberman

Sobre Aby Warburg




jueves, 8 de octubre de 2009

Museo itinerante por la memoria

Nuevo video del CDAPC






Entradas relacionadas:

Sobre la memoria (social, personal) en dos distintos museos.

Sobre la reciente apertura de un museo en Pisac, gestionado por la cominidad.

Revista del IEP con reflecciones en torno a la construcción de un museo de la memoria.

Sobre Sin título-Técnica mixta, obra de teatro planteada como un museo vivo.

Otras Ruinas







Nikolaj Schmirgela, Johann, 1970, Granit
Depot des Vereins Bildender Künstler, Sofia, 2007


Depot der Nationalgalerie Sofia, 2007


Christo Stefanow, Joan Lewiew, Iwan Iwanow,
Karl Marx, Friedrich Engels, Wladimir Iljitsch Lenin, 1975, Mosaik,
Busludscha Denkmal, 2007


Wladislaw Paskalew und Kentscho Kenew, Der Sieg am 9.9.1944,
1975, Mosaik
Panorama-Rundgang im Busludscha Denkmal, 2007


Stern aus Rubin, 1953
Parteipalast Sofia
Stadtbad Sofia, 2007






Unknown, Master of Alkmaar, Charity (Detail)


Wilhelmus de Rijk, Rembrandt's The Nightwatch


Unknown, Rubens's Fall of the Damned


Hans-Joachim Bohlmann, Nicolaes Maes' Scholar at His Desk

martes, 6 de octubre de 2009

Orgullo y prejuico

Mr. Darcy le propone matrimonio a Miss Elizabeth Bennet, declarando en un estado de gran agitación que la ama aun en contra de su razón. En su cortante rechazo, Lizzie se prueba a sí misma ser la más grande de las heroínas de la ficción romántica, simplemente por tener el buen tino de tomar una declaración de ese tipo como un obvio insulto...



Si Lizzie estaba equivocada, es solo por tomar la declaración de amor de Darcy en sentido literal. Como Darcy luego llega a notar, lo que realmente quiso decir era solo lo siguiente: enemorarse de Lizzie iba en contra de las nociones convencionales de su clase social con respecto a lo que sería "racional" para un hombre en su posición a la hora de tomar una decisión matrimonial.... Darey eventualmente llega a ver que esos prejuicios eran equivocados, y que la inteligencia y el carácter era mucho mejores razones para amar y casarse con una mujer...



El descubrimiento de Darcy puede defraudar a los románticos, pero lo que descubre es que su amor por Lizzie era racional después de todo. La moraleja de la historia, en otras palabras, es que... las emociones, y otras cosas convencionalmente distinguidas de la "razón", son a menudo enteramente racionales. Son a veces una mejor guía a lo que es racional que nuestros tristemente confusos razonamientos... que suelen servir solo como una defensa de mecanismos que protegen prejuicio...

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Texto: WOOD, Allen, Kanthian Ethics, Cambridge (Mass.): Cambridge University Press, p. 13-14.

Video 1: "Conversación 1", por Andrea Espinosa, grabada ppor VC. Más info aquí.

Video 2: "Lima 1992", por VC

Pintura: "Héroe", por Emiliano Cerna-Ríos

sábado, 3 de octubre de 2009

El barrio de los Graneros




Breve reseña del articulo de Erwin Leiser "El barrio de los graneros de Berlín"


Leiser nos muestra como se forja la obra del artista Shimon Attie a partir de lo ocurrido en el Barrio de los Graneros en Berlín. Nos da una breve descripción de lo vivido antes, durante y al fin de la II Guerra Mundial en este barrio.

A partir de un pequeño extracto de un texto escrito por Walter Mehring en 1929, Leiser nos introduce en la atmósfera en la que se vivía antes de la II Guerra Mundial en un barrio de Alemania: El barrio de los Graneros de Berlín que recibía este nombre pues había sido un distrito situado fuera de la ciudad edificado con graneros durante el siglo XVII. Luego surgió ahí una pequeña comunidad judía que con el tiempo se convirtió en el centro de la vida judía del Este de Berlín y durante los años veinte fue escenario de luchas entre comunistas y fascitas.


Leiser, con once años de edad, ya podía percibir los contrastes de ese barrio al pasar por ahí camino a la escuela. “Era un centro religioso de los judíos del Este y a la vez un barrio vulgar de diversión, con prostitutas y delincuentes.” Durante el artículo, describe brevemente a algunos de los vecinos que vivieron o gente que trabajó en este barrio con el afán de traer a la vida el recuerdo de personas que existieron ahí antes de desaparecer por completo y ser casi olvidadas y de retratar las costumbres judías y algunos pasajes de lo cotidiano.
Entre estos personajes, está un rabino importante, Abraham Mordechai, abuelo de uno de los amigos de Leisser. El autor describe la habitación de aquel y ese pequeño mundo ahí existente alejado de la realidad externa. Un lugar a salvo de la realidad patente afuera, un refugio. Nos narra también como la Gestapo va a apresarlo cuando el anciano por suerte acababa de fallecer. Y es su funeral una de las últimas manifestaciones judías del lugar.
A partir de ese momento, la Alemania nazi comienza a desterrar y matar judíos; los arrestos brutales se llevaban a cabo en todo momento. Se quemaron las sinagogas, se llenaron los campos de concentración y comenzó el holocausto. El barrio desapareció.


Después de finalizada la guerra, se cambiaron todos los nombres de los graneros por los de soldados antifascitas que nunca vivieron ahí. Escribe Regina Scheer: “Suprimir los nombres de las calles significa borrar también las huellas de tantos judíos que no dejaron tras de sí más que unas direcciones anotadas en las listas de deportación de la Gestapo”. Los recuerdos estaban asociados a estas calles ahora inexistentes.
Shimon Attie, antes de plantear su obra, viaja a Berlín buscando huellas de los judíos que vivieron en el Barrio de los Graneros y logra advertir entre sus calles la presencia de los desaparecidos. La sensación entre lo que podía ver y lo que había dejado de existir llevan al artista a buscar traer ese pasado y revivirlo por unos instantes.
Así comienza su fotoproyecto que consta de 30 instalaciones y actuaciones que también toma la forma de una exposición de fotografía. Consiste en la proyección de una serie de fotografías tomadas antes de la II Guerra Mundial de la gente que vivió en el barrio y la proyección de estas sobre los muros de las casas donde originalmente fueron tomadas.
Attie se vale de la proyección como medio de reproducción de las imágenes y la superposición de estas para acercar el pasado al presente. Este juego entre la foto en blanco y negro proyectada y la pared de color de soporte en la realidad evoca el recuerdo de las personas olvidadas y los espacios que habitaron.
De esta manera, logra capturar y grabar un instante de las personas, regresarlas a su vida cotidiana, a sus espacios, a su normalidad y transmitir al espectador una impresión de la vida de los judíos de esa parte de Berlín. Pero la mirada del artista no es nostálgica o de pérdida de un ambiente, sino que explora la presencia singular de los ausentes. Los deja salir una vez más a la superficie.
Attie logra que lo que proyecta contra la fachada funcione de soporte que a su vez proyecta desde lo interior hacia fuera la vida de los ahora ausentes que ahí habitaron. Se percibe ese doble juego de proyección del artista y de las realidades a través de los muros.
En un principio, no tuvo dificultades en el lugar, con la gente; pero luego el ambiente se torno más hostil cuando empeoró la situación económica y algunos protestaban alegando que sus vecinos pensarían que eran judíos; otros lo amenazaron e, incluso, lo agredieron cuando llevaba a cabo las proyecciones. A pesar de todo, llega a recuperar parte del barrio que fue destruido por la guerra.



viernes, 2 de octubre de 2009

Breve encuesta sobre memoria, violencia y arte


Pulsa aquí para contestar la encuesta

museo en Pisac

de El Comercio


Por: Roxabel Ramón Huaroto

Al pequeño Fabricio y sus amigos la palabra museo les sonó siempre a sabiduría inalcanzable, a silencio, a prohibido tocar. Por eso, cuando recorren el recién inaugurado Museo Comunitario de Písac se reprimen las ganas de ilustrar a los visitantes (extranjeros y limeños) sobre las piezas en exhibición. Al principio, los niños perdonan con risitas cómplices la ignorancia de los turistas, pero pronto entran en confianza y comienzan a corregir y aleccionar a quienes no tenemos idea de qué es exactamente una apacheta, una uncuña o de cómo se ensambla una chaquitaqlla.

“En tantos años no nos habíamos interesado por nuestra cultura. Veíamos cómo otros se admiraban. Pero ahora, con el museo, creo que vamos a empezar a valorar”, reflexiona Francisco Rojas, quien fue elegido presidente del museo por sus paisanos. Asesorado por antropólogos mexicanos y financiado por una fundación estadounidense, él ha dedicado cuatro años a este proyecto que al principio le pareció imposible. Su labor consistió en involucrar a las 12 comunidades o ayllus del distrito de Písac —a media hora de Cusco, en el Valle Sagrado— en la construcción de un museo propio.

Para ello fueron necesarios varios talleres, asambleas, caminatas a sitios arqueológicos y un inventario minucioso de los tesoros que algunos vecinos fueron revelando en el camino: momias que conservaban en sus casas; textiles inéditos, así como armas, herramientas de trabajo, instrumentos musicales y juguetes que sus abuelos dejaron de usar y ellos reemplazaron por objetos modernos, pero que preservaron porque supieron darles valor documental.

Las comunidades eligieron los elementos que debía albergar el museo, según la importancia que estos tenían en sus vidas: desde lo útil hasta lo sagrado. También se han recreado actividades ancestrales aún vigentes, como el hilado, la artesanía o la elaboración de la chicha de jora.

El museo, que abrió hace una semana, es capaz de integrar a Písac y a sus 12 ayllus, con la preservación de identidades. En el primer ambiente, por ejemplo, aparece una foto de los varayoc (jefes) de diferentes comunidades; aunque a primera vista estos lucen uniformados, un ojo más avisado puede advertir sutiles diferencias en los diseños de sus ponchos, chullos y bayetas. Fabricio y sus amigos son capaces de reconocer de qué pueblo proviene cada varayoc por esos dibujitos en su vestimenta. En otro ambiente del museo, aparece un mapa gigante que ubica 12 sitios arqueológicos (cada comunidad tiene uno, como apu protector) y explica la importancia, antigüedad y características de cada uno. Mientras el centro termina de ser equipado, Rojas y su junta directiva hacen cuentas para sostenerlo.

Ante el dolor de los demás / Susan Sontag

link del texto completo:




http://caosmosis.acracia.net/wp-content/uploads/2006/12/sontag-susan-ante-el-dolor-de-los-demas.pdf




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jueves, 1 de octubre de 2009

Experiencias de la carne

El 17 de septiembre, en El Galpón Espacio, se presentó Experiencias de la Carne: " un experimento performativo entre práctica y reflexión en torno al cuerpo y sus discursos. Su sentido es presentar, exponer y documentar el amplio abanico de miradas y campos de acción del cuerpo."http://cuaderno-de-anatomia.blogspot.com 



Dejo colgado un video donde aparecen las diferentes presentaciones de la noche y los invito a revisar su blog , donde encontraran fotos y textos.




Podemos retomar el interés que despertó en nosotros la performance "Memoria" de Helena Tejada Herrera. La relación entre cuerpo, memoria e identidad apareció (entre muchas otras) en "Experiencias de la Carne". Valdría la pena seguir explorando...


Aló Gisela