jueves, 21 de mayo de 2009

Ideas de partida sobre "Memoria"

Memoria, en un sentido indiviual, es aquella imagen que como individuos nos formamos de nosotros mismos a partir de experiencas corporales y cognitivas.
Memoria, en un sentido colectivo, es la imagen que un grupo de personas se forma sobre sí mismo a partir de signos y símbolos, textos, imágenes, ritos, lugares, monumentos, etc.
Esta imagen es necesaria pues nos ubica en una tradición pasada y nos permite una dirección al futuro.
La formación de esta imagen no es un proceso cerrado ni fácil. La memoria no utiliza solamente datos mensurables, sino también practicas y relaciones afectivas, prejuicios sedimentados y aspiraciones a futuro, anclajes a la tradicón y deseos de renovación, etc.
Todo estos elementos son subjetivos, y por lo tanto requieren una interpretación por parte del individuo o comunidad que desee pensarse a sí mismo (definir su identidad). Es por esto que los procesos de ordenamiento de la memoria y constitución de la identidad son tan complicados.

Los "hechos puros" no existen; siempre van a ser susceptibles de ser interpretados y relativizados. Hay además muchos discursos políticos, económicos o mediáticos que pueden nublar el cómo construimos nuestra memoria. De ahí la necesidad de problematizar nuestras imágenes, de verlas desde todas las aristas posibles, de reinterpretarlas, criticarlas y cuidarlas. Si experimentamos el mundo como el compleja y contradictoria red de problemas que implica, nos apropiamos de nuestras imágenes: no solo las conocemos, sino que nos comprometemos con ellas.
Esto me parece una buena forma de enfocar memoria, y también el arte: como imágenes que ocasionan una resonancia en nosotros. En suma, hacer esas imágenes nuestras, así como hacemos nuestra a una obra de arte que nos ha conmovido.
Ahora bien, este es el modo com yo entiendo la cuestión. Soy consciente que esta postura tiene muchos puntos débiles; es más problemática que otra cosa. El problema más obvio es que una memoria tan interpretativa y "apropiada" peca de personalista, relativista, lo cual no es nada útil para fines éticos inmediatos. No es fácil usar este tipo de memoria para una ética que pretende ser universal, ni para una identidad que pretenda ser sólida. Y como bien dijo Vicente, justo esto último es lo que más necesitamos.

2 comentarios:

  1. No se si sea lo que más necesitamos... Pero pienso que puede ser uno de los temas a discutir. Cómo apelar a la memoria en una sociedad post conflicto.

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  2. Cómo apelar a la memoria en una sociedad post conflicto? Me parece que justamente teniendo en cuenta lo limitado que será cualquier intento de aprehender el pasado: siendo concientes de que no es posible una imagen privilegiada, que recopile los hechos tal y cual pasaron. Y que cada intento de memoria no anula a otra, por más que describan hechos completamente distintos. En todo caso, se recordará "mejor" el pasado mientras más diversos sean los creadores de este pasado. Aceptar al otro como parte de este proceso de memoria, aceptar su experiencia como significativa y valorarla como tal es, creo, un buen escenario en una sociedad post conflicto.

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